viernes, 12 de junio de 2009



El Gato Galarraga


Andrés Galarraga
Estatura: 1.91mts

Lanza: Derecho
Batea: Derecho
Nacido: 18 de junio de 1961, Caracas, DF.

INFANCIA DE ANDRES GALARRAGA:                                                                       La formación que recibió de su familia, principalmente de su progenitora, fue realmente fundamental para la formación de su carácter. Andrés no nació en cuna de oro. Su infancia estuvo llena de sacrificios, pero fue muy digna. Esos valores fueron sólidos y gracias a ellos forjó su manera de ser; Andrés es demasiado buena gente.

Durante su niñez fue testigo del tesón que exhibió la Sra. Juana para atender a todos sus hijos. Esas vicisitudes que hubo en el camino fueron lecciones de vida para un pequeño Andrés, quien dedicó su energía al béisbol desde pequeño. Allí recibió una oportunidad de hacer lo que realmente quería. Lo mejor de todo eso fue que logró su objetivo.

Su madre fue el apoyo inicial que le dejó grandes enseñanzas. No sólo le dio esa fortaleza física sino también la espiritual. Unos cimientos morales importantes que le enseñó el sentido de la dedicación, de la responsabilidad, de la decencia. Y eso se corrobora conociendo personalmente a Andrés. Una persona -y he s
ido testigo de ello que no sabe decir que no.

Se destacó en las Grandes Ligas con 399 jonrones de por vida; un título de bateo, el primero para un criollo en las mayores; los lideratos en impulsadas y jonrones de 1996 en la Liga Nacional, con 150 y 47, respectivamente; entre otros logros que lo convirtieron en uno de los más grandes peloteros criollos de todos los tiempos. Su carisma y su voluntad para superar un cáncer le han valido el cariño y la especial admiración de los venezolanos.  Qué representa para ti tu familia?

Andrés es  ejemplo para todos los venezolanos; porque inspira formación, educación y buena manera en términos generales. Las naciones están llenas de héroes o personas que han ayudado a consolidarlas; Andrés Galarraga, para Venezuela,  es el héroe de todos, cuyo ejemplo será eterno y las generaciones crecerán junto al país, con esa formación: la de Andrés el ser humano que jugó  béisbol.

 

 

El grande liga Andrés José Padovani Galarraga, o simplemente "El Gato", dejó una huella imborrable como jugador y como mejor persona, dentro y fuera de los estadios. Es un deportista venezolano destacado dentro del mundo del béisbol tanto en el país como en las grandes ligas de Estados Unidos. En la Liga Venezolana de Béisbol Profesional jugó siempre, desde su debut en la temporada 1978-1979, con los Leones del Caracas.

En nuestro país, Galarraga fue figura de los tradicionales Leones del Caracas del béisbol profesional, donde dio sus primeros pasos y ratificó su poder como jonronero en las temporadas que participó.
Como jugador activo con los Leones, el "Gato", en trece temporadas en el béisbol Venezolano, el primera base exhibió un promedio vitalicio de 271 puntos, con 457 imparables en 1.687 turnos.
Además tuvo un total de 61 cuadrangulares, 71 dobles y 16 triples, con 256 carreras anotadas, 243 carreras impulsadas y 32 bases robadas en 485 juegos.
El carismático pelotero venezolano es una de las figuras de las nuevas y de las viejas generaciones del béisbol venezolano, que lo toman como un "ejemplo" vivo, de uno de sus mejores jugadores de toda la historia

Sus alias es "El Gran Gato" y "Andrés el Grande" por su extraordinaria agilidad a pesar de su corpulencia (1,91 de altura y más de 100 kilos de peso). Siempre fue muy popular, tanto por su desempeño en el juego como por su carisma y su amplia y alegre sonrisa. En su historial en el béisbol estadounidense obtuvo varios récords, entre ellos el de campeón bate y mayor número de cuadrangulares, hits y carreras, tanto empujadas como anotadas, durante varios años en la cima de su carrera como jugador. Además, tiene el extraño record de más hits y más ponches para una misma temporada.                                                                                       Su inicio en el béisbol estadounidense lo tuvo con los Expos de Montreal en 1985. La Alcaldía de Chacao bautizó una calle con su nombre.

Andrés Galarraga y su Historia:                                                                    Andrés Galarraga es un ejemplo de lucha contra la adversidad, un ejemplo de vida. Andrés tuvo muchos inconvenientes, tardó 8 años para llegar a la Gran Carpa, en 1992 cuando jugaba para el equipo de San Luis se lesionó en el primer juego de la temporada, en este equipo compartió con el coach de bateo Don Baylor, que un año más tarde fue seleccionado como el primer manager de los Rockies de Colorado y pidió la contratación del Gato. Baylor lo convirtió en uno de los mejores bateadores de las Grandes Ligas, a tal punto, que a pesar de una lesión en la rodilla que se produjo al chocar contra el segunda base de su equipo Mejías buscando un foul, logró obtener las apariciones legales para pelear con Tony Gwynn el título de bateo y obtenerlo con un promedio de .370.

En el año 1996 vivió su mejor temporada con los Rockies, disparó 47 jonrones e impulsó 150 carreras, para ese momento un récord en las Grandes Ligas. En 1998, pasa a los Bravos de Atlanta ya que los Rockies tenían en las Ligas Menores al joven Todd Hilton y tenían que abrirle camino. Se decía, incluso de boca del legendario Hank Aarón, que los números de Galarraga se debían a que sacar la bola en el Coors Field de Colorado era muy fácil, Andrés acabó con ese mito al batear para un promedio de .307 con 44 vuelacercas, 120 impulsadas y 27 dobles.

El "Gato" debutó en 1985 con los Expos de Montreal y después recorrió varios equipos en las Grandes Ligas como los Cardenales de San Luis, Rockies de Colorado, donde fue campeón bate en la liga Nacional en la temporada de 1993 con un total de 370 puntos, jugando después en los Bravos de Atlanta, los Vigilantes de Texas y con los Gigantes de San Francisco.
Su excelente trayectoria se interrumpió en la temporada de 1999, donde se le detectó "a tiempo" un cáncer linfático, del que se recuperó totalmente, pero le hizo perder una temporada con los Bravos de Atlanta.
En el año 2004, Galarraga firmó un contrato de ligas menores con el equipo Angelinos de Anaheim y a finales de julio se reportó a la sucursal triple A de Salt Lake City, donde estuvo un poco más de un mes con el conjunto de los Stingers, antes de ser llamado en septiembre a las ligas mayores.
Con los Angelinos de Anaheim participó en siete partidos, donde en diez turnos con el bate conectó un cuadrangular, el número 399 de su carrera de 19 temporadas en el béisbol estadounidense.
Tras superar dos tumores malignos en los años 2000 y 2004, Galarraga había recuperado las condiciones físicas para seguir jugando en las Grandes Ligas y alcanzar su ansiada meta de los 400 jonrones, que ya no podrá ser.
Como jugador activo en las Grandes Ligas, el venezolano participó en 2.257 juegos con un promedio de 288 puntos (de 8.096-2.333) con 444 dobles, 32 triples y 1.425 carreras remolcadas en su carrera que se inició en 1985 con los Expos de Montreal, jugando también con los Cardenales de San Luis, Rockies de Colorado, Bravos de Atlanta, Rangers de Texas, Gigantes de San Francisco y Angelinos de Anaheim.

Dos Victorias                                                                                                         En febrero de 1999 un linfoma cancerígeno quiso apartar al ídolo del campo de juego; sólo lo logró por una temporada, porque el ímpetu y el deseo por volver se impusieron. Luego en 2003, hubo otro intento por separarlo del deporte, y nuevamente venció, para regresar tal y como siempre lo prometió

La temporada 1999 de Grandes Ligas marcó la vida de Andrés Galarraga. Pero no sólo la del jugador sino la de toda una afición y de todo un país que quedó conmocionado.

Ese año, el "Gran Gato" de Venezuela fue diagnosticado con el mal de Hodgkins, una forma de cáncer en la espalda. El linfoma, como Galarraga prefiere llamarlo, lo obligó a perderse toda la campaña del 99 con los Bravos de Atlanta, equipo con el que firmó después de seis temporadas con los Rockies de Colorado.

Fue un duro golpe para él y su familia pero también para el beisbol. El orgullo de Chapellín tuvo que abandonar los diamantes de juego y cambiar el bate y el mascotín, por tratamientos y medicamentos para combatir su enfermedad.

Antes de librar esa nueva y larga batalla, y dando muestras de ser un gran ser humano, Galarraga se acordó de sus seres queridos. De allegados que no sólo involucraban a su familia y amigos, sino a sus compañeros de equipo, a la organización de los Bravos y a toda la afición del beisbol.

En un gesto de profundo sentimiento y sinceridad, se acordó de todos en una emotiva carta que escribió con su propio puño y letra. En ella agradecía el apoyo brindado, lo más importante de todo, es que dejaba claro y prometía que iba a regresar.

Y como hombre de palabra cumplió con su promesa.
El ídolo del beisbol venezolano nunca bajó la cabeza y fue optimista después de que los médicos le dieron la mala noticia. Pero la enfermedad tenía remedio, y eso fue lo que llenó de ímpetu el espíritu del "Gran Gato", quien siempre estuvo seguro de que volvería a los terrenos para jugar beisbol.

Sin embargo, antes tuvo que pasar por la terrible experiencia de la rehabilitación y las quimioterapias para poder vencer al cáncer. El Gato confesó lo difícil que fue soportar sobre todo la primera quimioterapia, que para él fue "algo indescriptible".

Pero a pesar de los desagradables momentos, Galarraga demostró que los obstáculos están en el camino no para detenerse sino para superarlos. Demostró por pasión por la pelota, por devoción a Dios y la Virgen, por amor a su familia y con confianza en sí mismo, que las adversidades pueden vencerse por muy difíciles y fuertes que éstas parezcan.

Y en esa lucha nunca estuvo sólo. Contó con el apoyo de la fanaticada que le hizo sentir el verdadero cariño que se le tiene a un ídolo como Galarraga, y que se cansó de demostrárselo especialmente el año de la enfermedad. El Gato llegó a decir en su momento, que ese apoyo fue uno de los principales factores que lo impulsaron a seguir.


Sueño de un milagro
Un ser humano como Andrés Galarraga debe tener un ángel de la guarda que lo cuida y lo protege ante cualquier adversidad, incluso de una enfermedad como el cáncer. Y para el Gato, no hay dudas de que su recuperación se debió, en parte, a una intervención divina.

Galarraga ha relatado en varias oportunidades la anécdota del sueño, que como una premonición, le abrió los ojos y le hizo entender que estaba totalmente curado.

Probablemente haya sido sólo un sueño, producto de su imaginación y de su deseo de sanar y retornar a la actividad deportiva, pero para el Gato se trató de una experiencia muy parecida a la realidad.

Galarraga soñó con Dios, mientras millones de venezolanos soñaban en volver a ver a su ídolo uniformado. El Gato sintió la presencia de algo que no se puede explicar con palabras, pero que para él, tuvo el sentido y la lógica justa. Una intervención divina que lo hizo despertar con una sonrisa en el rostro -más marcada que de costumbre-, y con la sensación de que su mal había desaparecido. Un sueño que lo llevó a decirle, sonrientemente a su esposa: "estoy curado. Yo ya estoy bien".

Regreso a lo grande
Galarraga regresó al beisbol de la única forma en que él podía haberlo hecho: a lo grande. En la temporada 2000 volvió a vestir el uniforme de los Bravos de Atlanta y el primer partido quedará registrado por siempre en su memoria. Pero también en la de los fanáticos porque sencillamente fue espectacular. Más impresionante de lo que muchos habían podido imaginar.

Ese juego fue como una película en la que el protagonista, el héroe de Chapellín, hizo lo necesario para que la trama que por un momento se tornó dramática y triste, culminara con un final feliz.

El Gato disparó un cuadrangular en el primer choque de la temporada. Un premio a su dedicación, esfuerzo y entrega, que dejaba a un lado el fantasma del cáncer y que lo volvió a colocar en el escenario de las grandes estrellas. Galarraga además fue elegido para participar en el juego de las Estrellas de esa campaña, y con el brillo de su sonrisa volvió a iluminar el firmamento del mejor beisbol del mundo.


Pero los estadounidenses no fueron los únicos que disfrutaron de la presencia del Gato en el terreno de juego. Durante la pretemporada de las mayores, los Bravos de Atlanta y los Mantarrayas de Tampa Bay disputaron una serie en suelo venezolano, donde el centro de las miradas no podía ser otro sino Andrés Galarraga.

El estadio de la Ciudad Universitaria se vistió de gala y se llenó hasta reventar, para rendirle un merecido tributo al inicialista de los Bravos. La ovación fue estruendosa y provocó que los ojos de Galarraga se llenaran de lágrimas y emoción, porque sintió en carne propia todo el apoyo que siempre le ha brindado el pueblo venezolano.
Especialmente en ese momento, pues acababa de vencer la terrible enfermedad.

Sin embargo, el mal reapareció. Galarraga tuvo una recaída en la temporada de 2003, pero en esa oportunidad no lo hizo público. El Gato estaba a dos cuadrangulares de llegar a los 400 pero en reiteradas ocasiones trató de desentenderse de la situación, comentando que no tenía intenciones de volverlo a intentar con ninguna organización.

Quizás fue una cortina de humo para ocultar la segunda aparición de la enfermedad, pero en la mitad de la temporada 2004 volvió a demostrar que es un luchador nato, un hombre que no baja los brazos.

Con estirpe de ganador venció una vez más al cáncer gracias a la quimioterapia y sus deseos de vivir. Volvió a las mayores con los Angelinos de Anaheim para conectar su último cuadrangular en una temporada regular del mejor beisbol del mundo.

En la entrevista que le realizó Ernesto Jerez para el programa Perfiles de ESPN, Andrés Galarraga dijo que el peor momento de su carrera había sido cuando los médicos le informaron que tenía cáncer. Pero a pesar de sus logros como profesional, sus récords, jonrones y triunfos, inmediatamente replicó que el mejor de todos fue haber vencido a la enfermedad.

 

AL RETIRO EL “BIG CAT” DE VENEZUELA
Después de haber luchado contra el cáncer en (1999) el gran pelotero venezolano ANDRES GALARRAGA se retira del BEISBOL de las GRANDES LIGAS (2005) tras haber jugado por espacio de (19) largas temporadas. El “Gran Gato” aceptó un contrato de LIGA MENOR y se encontraba luchando una posición en el campo de entrenamiento de los METS de NUEVA YORK. Al instante de tomar la decisión el primera base de (43) años bateaba para (235) en (17) partidos, (3) cuadrangulares y (7) carreras impulsadas.
En su segundo “Come Back” luego de su ardua lucha con el cáncer el muchacho natural de CARACAS, VENEZUELA dijo no mas aduciendo que al terminar el CAMPO de ENTRENAMIENTO quedaría fuera del roster de los (25). El retiro de GALARRAGA es el segundo que se produce durante los entrenamientos de primavera del (2005), el pelotero boricua ROBERTO ALOMAR VELAZQUEZ fue el primero que se acogió al retiro luego de no sentirse a gusto con su juego alrededor del segundo saco.
Andrés José Padovani Galarraga firmado por los EXPOS de MONTREAL como agente libre aficionado en el año (1979). Su debut en las mayores fue el 23 de agosto de 1985 jugando en (24) partidos. Antes de subir a las GRANDES LIGAS participó durante (9) temporadas en el béisbol de LIGA MENOR.
Accionó con el CALGARY (214) y WEST PALM BEACH (130) en (1979), CALGARY (1980) (263), JAMESTOWN (1981) (281), WEST PALM BEACH (1982) (281) y (1983) (289), JACKSONVILLE (1984) (289), INDIANAPOLIS (1985) (269) subiendo entonces al equipo matriz. En (1992) participó en la TRIPLE “A“  con el LOUISVILLE pertenecientes a los CARDENALES SAN LOUIS, jugó (11) partido y promedio de (176). En el 2004 estuvo en SALT LAKE CITY jugando (25) encuentros promediando (304), terminó con ANAHIEM donde bateó para (300) en (7) partidos.
Sus estadísticas en LIGAS MENORES fueron (664) juegos, (2,326) turnos al bate, (331) carreras anotadas, (663) hits, (103) dobles, (27) triples, (96) cuadrangulares, (378) impulsadas, (210) bases por bolas, (554) ponches y (274) de promedio.
En (19) temporadas en el mejor béisbol del mundo se reparten de esta manera: EXPOS de MONTREAL (1985-1991), CARDENALES de SAN LOUIS (1992), COLORADO (1993-1997), BRAVOS de ATLANTA (1998-2000), RANCHEROS de TEXAS y GIGANTES de SAN FRANCISCO (2001), EXPOS de MONTREAL (2002), GIGANTES de SAN FRANCISCO (2003) y ANAHEIM (2004).
Vio acción en (2,257) partidos, (8,257) turnos al bate, (1,195) carreras anotadas, (2,333) hits, (444) dobles, (32) triples, (399) cuadrangulares, (1,425) carreras impulsadas, (583) bases por bolas, (2,003) ponches, promedio de (288), (347) con hombres en base y (499) de “sluggin”.
Galarraga, de 43 años, se retiró tras participar en los campos primaverales con los Mets de Nueva York en 2005, dejando a muchos de sus aficionados sorprendidos con la noticia de colgar el guante y su bate.
"Tengo que reconocer que es un día triste, pero a la vez, honestamente, considero que es el mejor momento para dar el paso que me aleje de la competición", indicó en su despedida de la actividad.
El nacido en Chapellín, siempre fue y será reconocido por sus compatriotas y por los expertos estadounidenses como una persona fiel a sus principios, que lo reconoce como uno de los mejores peloteros de toda la historia en las Grandes Ligas.

 

LOGROS DURANTE SU CARRERA

1-Cinco “Juegos de Estrellas” (1988, 93, 97, 98, 2000).
2-(2) Guantes de Oro (1989-1990)
3-Líder de bateo en la (LN) (COLORADO) (1993) (370).
4- Líder en hits conectados (LN) (184) (1988) (EXPOS).
5-Líder en “Total de Bases (LN) (329) (EXPOS).
6-Líder en dobles (42) (LN) (1988) (EXPOS).
7-Líder en cuadrangulares conectados (LN) (47) (1996) (COLORADO).
8-Líder en carreras impulsadas (LN) (150) (1996) y (140) (1997) (COLORADO)..
10-Líder en ponches recibidos (LN) (153) 1988), (158) (1989), (169) (1990) y (146) (1995).
11-Líder en extra bases (LN) (79) (1988) (MONTREAL).
12-Líder en pelotazos recibidos (LN) (1987) (10) y (1989) (13).
13-Fue el jugador más viejo durante la temporada del (2004) (43).
14-600 turnos o más (609) (1988), (626) (1996) (600) (1997).
15-100 carreras anotadas o más (119) (1996), (120), (103) (1998).
16-40 dobles o más (40) (1987), (42) (1988).
17-40 cuadrangulares o más (47) (1996), (41) (1997) (44) (1998).
18-100 carreras impulsadas o más (106) (1995), (150) (1996), (140) (1997), (121) (1998), (100) (2000).
19-100 ponches recibidos o más (127) (1987), (153) (1988), (158) (1989), (169) (1990), 146) (1996), (157) (1997), (141) (1998), (126) (2000).
20-Bateador de 300 o más (305) (1987), (302), (370) (1993), (3190 (1994), (304) (1996), (318) (1997) (305) (1998), (302) (2000), (301) (2003).
Al campo GALARRAGA se desempeño como un primera base natural de 6 pies 3 pulgadas y unas (235) libras. En (903) juegos comenzados tuvo (1,396) asistencias, (176) errores, (1,646) dobles jugadas para un (991) %. En base robadas (128-81) (612%), sacaba la bola del parque cada (20.3) turnos al bate, se ponchaba (4.0) y empujaba carrera cada (5.7).

Galarraga dejó su huella                                                                                                 El venezolano Andrés Gato Galarraga, que este año anunció su retirada como pelotero profesional en su país y en Estados Unidos, dejó una huella imborrable en este deporte tras 25 años de una larga y fructífera carrera.

Galarraga, de 44 años, que el pasado mes de febrero confirmó su retiro en las Grandes Ligas en los entrenamientos primaverales con los Mets de Nueva York, a mediados de este año dio a conocer en Caracas que tampoco jugaría más en su país.

Pese a su retiro como jugador activo, el "Gran Gato" seguirá ligado al béisbol con el apoyo de la empresa privada para hacer realidad la Fundación de la Escuela de Béisbol Andrés Galarraga, que será de base para la formación de las nuevas generaciones de este deporte.

El Gato debutó en 1985 con los Expos de Montreal y después recorrió varios equipos en las Grandes Ligas como los Cardenales de San Luis, Rockies de Colorado, donde fue campeón bate en la liga Nacional en la temporada de 1993 con un total de 370 puntos, jugando después en los Bravos de Atlanta, los Vigilantes de Texas y con los Gigantes de San Francisco.

Andrés ‘Gato’ Galarraga destaca en el golf
CARACAS, Venezuela, mar. 27, 2006.- El ex jugador de las Grandes Ligas del beisbol estadounidense, el venezolano Andrés "El Gato" Galarraga, destacó en su nueva faceta como deportista, al sobresalir en un torneo aficionado de golf en la ciudad de Maracaibo.

Galarraga, de 45 años, quien se retiró hace un año de la actividad en el béisbol de las Grandes Ligas cuando se preparaba en los entrenamientos primaverales con los Mets de Nueva York, aseguró que está "feliz" de disfrutar su nueva experiencia en el Golf.

"Es una experiencia única, ahora me dedico de lleno a experimentar una nueva faceta con el golf, un deporte muy relajante y donde voy a mostrar mis aptitudes", expresó Galarraga a la prensa local.

En el torneo, dentro del Tour Motorola, Galarraga ganó la versión de aficionados en los 18 hoyos del Maracaibo Country Club, con 91 golpes, que finalmente fueron 79 por el hándicap.